La luna no está (Nathan Filer)

“Te contaré lo que pasó, porque será un buen modo de presentar a mi hermano. Se llama Simon. Creo que te caerá bien. A mí me cae muy bien. Pero en pocas páginas habrá muerto. Y después nada volverá a ser igual.”

La vida puede cambiar vertiginosamente en pocos segundos. Matthew Holmes tiene nueve años. Nunca se separa de su hermano mayor, Simon, al que todos tratan como si fuera menor por una enfermedad cuyo nombre Matt no recuerda. Durante unas vacaciones en Ocean Coves, Simon muere de forma accidental tras salir con Matt una noche de la caravana familiar para curiosear por los alrededores. Es algo que Matt nunca podrá olvidar y que le llevará a encerrarse en sí mismo. No sólo por el sentimiento de culpa, también por un secreto guardado que lo oprime, la presión familiar y la pérdida progresiva del sentido de la realidad. Diez años después, Matt encuentra fuerzas para volver a empezar. Exterioriza su historia en todo tipo de medios, desde un ordenador a una vieja máquina de escribir, cuando no es a mano. Su gran ayuda es la abuela Noos, pero sobre todo Annabelle y el recuerdo de Simon que “tenía una cara grande y redonda, siempre sonriente, que me recordaba la luna.” 

Un relato esperanzador que nos recuerda que las tragedias, aunque necesitamos olvidarlas para poder sobrevivir, afrontadas debidamente también nos pueden ayudar a crecer como personas. 

Una historia de amor y esperanza, de perdón y comprensión. 

Una novela emocionante y dramática, pero también divertida, sobre la aventura de un niño que encuentra el valor para luchar contra sus propios monstruos y madurar hasta convertirse en hombre.

EL AUTOR

Nathan Filer es un poeta y documentalista británico que siempre ha compaginado la literatura con las labores sociales. Durante años trabajó en un psiquiátrico y actualmente lo hace como investigador de Psiquiatría de la Universidad de Bristol. 
En 2013 ganó el prestigioso premio Costa al libro del año por “La luna no está”.

MI OPINIÓN

Tenía este libro pendiente desde hace unos meses, lo apunté en cuanto leí la primera reseña sobre él, si no recuerdo mal en el blog de Tatty "El universo de los libros", y después, reseña tras reseña fui convenciéndome de querer leerlo así que no tardé en hacerme con él. Os cuento esto porque mis expectativas cuando por fin me enfrenté a su lectura estaban realmente por las nubes y creo que, como tantas otras veces, me han jugado una mala pasada. No es que el libro no me haya gustado, ni mucho menos, pero sí que es cierto que me costó mucho entrar en él y más aún conectar con su protagonista y por eso mi sensación general sobre la lectura no es tan entusiasta como creía que sería.

Nathan Filer

Matthew y Simon son hermanos y aunque este último es el mayor tiene una discapacidad que hace que sea realmente Matthew quien lleva la voz cantante en una relación en la que no hay conflicto entre hermanos, sino todo lo contrario. Durante unas vacaciones de verano en un camping Simon, siguiendo a Matthew en una aventura nocturna, sufrirá un accidente y morirá. La vida de todos cambiará radicalmente a partir de entonces, pero quien más sufrirá las consecuencias será Matthew para el que, en cierto modo, se acaba la infancia con sólo 9 años.

El encargado de la narración es el propio Matthew en primera persona. Diez años después de la tragedia decide escribir su historia en un intento de exorcizar sus demonios. Volverá a ese verano y de su mano iremos descubriendo, a través de continuos saltos en el tiempo en ocasiones muy confusos, cómo fue su vida desde entonces. Sabremos que está siendo tratado por una institución, aunque en un principio no queda muy claro si como paciente interno o externo, ni qué tipo de institución es, ni cuáles son los motivos exactos que le llevaron a esta situación. Sólo sabemos que Matthew escribe y escribe y escribe, de forma compulsiva, sobre él, sobre su familia, sobre sus amigos. Escribir es su mejor terapia.

Los recuerdos van surgiendo de una forma tan desordenada que llega a ser caótica, pero claro, al poco tiempo de empezar la lectura empezamos a tener claro que Matthew padece algún tipo de trastorno mental y es así como escribe. Para dar más toque de realidad a esta forma de narrar, también irá cambiando la tipografía del texto según el medio que esté utilizando Matthew para escribir, ordenador, máquina de escribir, a mano, e incluso incluirá sus dibujos.

En "La luna no está" viajaremos hasta lo más profundo de una mente enferma y el autor nos llevará hasta ella sin echar mano ni de dramatismos ni de recursos lacrimógenos. El estilo, a pesar de lo confuso y dificultoso que puede ser en un primer momento, consigue atrapar al lector de forma sobrecogedora al tener la sensación de estar en la propia mente de Matthew porque realmente no es como si leyéramos a Nathan Filer, la sensación real es la de estar leyendo todo lo que escribe un joven con una grave enfermedad mental que no se esconde en artificios al contarnos su historia.

"La luna no está" es un libro que nos va a mostrar las zonas más oscuras de la mente y lo va a hacer de una forma realmente sutil, sin pecar de escabroso en un tema que se presta fácilmente a ello siendo el protagonista de este libro es un enfermo mental. Junto a este tratamiento tan, podríamos decir, natural que el autor da a las enfermedades mentales, destaca también su forma de hablarnos sobre temas tales como la muerte, el sentimiento de pérdida, la culpa, el dolor, el perdón

Ciertamente me costó mucho entrar en esta historia, no sólo las expectativas eran altas sino que, además, yo elegí mal el momento para embarcarme en este libro, pero sin duda alguna recomiendo esta historia.

"Mi plan de curación consiste en lo siguiente: maté a mi hermano cuando era pequeño, y ahora tengo que volver a matarlo. Me dan fármacos para envenenarlo y me hacen preguntas para asegurarse de que ha muerto."

Ficha técnica

Título: La luna no está

Autor: Nathan Filer

Traductora: Catalina Martínez Muñoz

Editorial: Alianza

Nº de páginas: 312

ISBN: 9788420683799