La sonata del silencio (Paloma Sánchez-Garnica)

Marta Ribas tenía un futuro prometedor cuando conoció a Antonio, pero una lealtad mal entendida trastocará sus vidas. Cuando Antonio cae enfermo, Marta se ve obligada a ponerse a trabajar, exponiéndose a las murmuraciones del vecindario y a la indignación del esposo, humillado en su hombría. Pero a Marta se le presenta una inesperada oportunidad que le permitirá salvar su propia supervivencia y la de su hija, y encontrar, por fin, su lugar en el mundo. 

La sonata del silencio es una novela de pasión, celos y sueños anhelados. Es la historia de una España de posguerra, de castañeras y carboneros, de cócteles en Chicote y de medias de nailon de estraperlo. Es un edificio cualquiera donde la riqueza y la pobreza, el triunfo y el fracaso solo están separados por un tabique.

LA AUTORA

Paloma Sánchez-Garnica (Madrid, 1962), es licenciada en Derecho e Historia. Autora de El gran arcano (2006) y La brisa de Oriente (2009), su novela El alma de las piedras (2010) tuvo un gran éxito entre los lectores y se publicaron cinco ediciones. Las tres heridas (2012) supuso su consagración entre la crítica y los lectores como una escritora de gran personalidad literaria. 

MI OPINIÓN

El año pasado leí  por primera vez un libro de esta autora: “Las tres heridas”. Una novela que, a pesar de los errores sintácticos y gramaticales que plagaban la edición que leí, me gustó muchísimo y me dejó con ganas de repetir de modo que cuando este año publicó un nuevo libro no me resistí a comprarlo inmediatamente. Debo decir que, en esta ocasión, aunque el laísmo sigue presente se ha reducido muchísimo y normalmente se da dentro de diálogos por lo que puede disculparse si es que la intención de la autora ha sido introducir una forma de hablar habitual, por desgracia, en Madrid, ciudad en la que se desarrolla íntegramente la novela. Sí hubiera agradecido un poco más de variedad en el vocabulario utilizado por la autora, especialmente en los adjetivos aunque también en algunos sustantivos, y es que si en “Las tres heridas” me cansé de leer astroso, en este caso ha sido salaz el adjetivo que se repite continuamente.

En “La sonata del silencio” Paloma Sánchez-Garnica nos cuenta la historia de la familia Montejano. Una familia burguesa que tras la Guerra Civil, y por alguna decisión mal tomada, lo ha perdido todo y ha pasado de vivir en la abundancia a malvivir casi en la miseria. Antonio Montejano, médico y propietario de una prestigiosa casa de antigüedades, se ve obligado a trabajar por unas pocas pesetas en la notaría de su amigo de la infancia, Rafael Figueroa. Marta Ribas, su abnegada esposa y protagonista principal del libro, abandonó la que podía haber sido una importante carrera como pianista para casarse. Cuando Antonio cae enfermo, a Marta no le quedan más opciones que ponerse a trabajar a pesar de las objeciones de su marido y de las críticas de todo el vecindario. Comenzará como asistente personal de una millonaria extranjera, Roberta Moreti, sin saber que a partir de entonces su vida cambiará radicalmente.

Pero son muchos más los personajes que pueblan “La sonata del silencio”, tantos y tan bien desarrollados, con sus tramas paralelas, que podríamos calificar a este libro como una novela coral. Todos y cada uno de ellos tienen su espacio, tienen su historia y nos aportan algo de aquella España de los primeros años de la posguerra. Encontraremos, por ejemplo, a Don Próculo, sacerdote y amigo de la infancia de Antonio y Rafael. Él nos mostrará el papel y la influencia de la Iglesia en todos los aspectos de la vida de entonces. Virtudes Figueroa, hija de Rafael, una mujer joven, soltera y entera, beata hasta la médula, aunque  con pensamientos y deseos digamos un tanto oscuros, y la mayor detractora de cualquier otra mujer que se cruce en su camino, muy especialmente si esa mujer es Marta Ribas.

Paloma Sánchez-Garnica

La acción se desarrolla en Madrid y en este aspecto debo mencionar que la autora no se ha detenido en describir los escenarios en los que transcurre la novela y esto me ha resultado sorprendente ya que, por un lado, estos escenarios son muy pocos y, por otro lado, se trata de lugares realmente emblemáticos y turísticos de Madrid como es el caso de la Plaza de Santa Ana, Los Jerónimos, el Hotel Palace… Simplemente los nombra y nada más, no intenta situar al lector por lo que creo que, para quien no conozca Madrid, la acción podría haber transcurrido en cualquier lugar, pero tratándose de lugares tan conocidos de la capital, me atrevería a decir que hasta especiales,  me parece una pena que el lector que no los conozca no haya podido “verlos” en este libro tan, por otra parte, bien escrito.

En cuanto a la ubicación temporal, corre el año 1946, en los primeros años de la posguerra, aunque no vamos a encontrar ni comparaciones ni enfrentamientos entre vencidos y vencedores, este libro no trata de eso, este libro trata fundamentalmente sobre el amor y sobre las distintas pasiones que mueven a hombres y mujeres. En este aspecto temporal sí encontraremos un retrato magnífico de la España franquista, de una sociedad regida por el patriarcado  que relegaba a un papel secundario a la mujer. Una mujer que no podía trabajar o abrir una cuenta bancaria sin permiso de su padre o marido, una mujer que perdió derechos y que fue apartada al hogar. Una mujer que incluso recibía formación especial para convertirse en esposa y madre.

La prosa de la autora sigue siendo sencilla y, aunque el desarrollo de la novela no es rápido sino que tiene un ritmo pausado, la lectura fluye con agilidad. He notado una cierta madurez que quizá faltaba en “Las tres heridas”, como una mayor seguridad de la autora a la hora de escribir, a la hora de narrar tanto acontecimientos como sentimientos y, sobre todo, un mayor control del ritmo narrativo, no hay altibajos sino que, como he dicho su ritmo es pausado pero fluye plácidamente, no hay momentos trepidantes para luego encontrar un valle. Es un libro lleno de música así que por utilizar un término musical diría que es como un tempo andante, un paseo tranquilo, lento, pero fluido.

Porque efectivamente en este libro hay muchos músicos por lo que hay mucha música, tanta que casi es una protagonista más.  La autora incluye al final del libro una relación de las piezas que aparecen a lo largo de las 896 páginas y yo invito, a quien se anime a leerlo, que en algún momento lea mientras se deja llevar por la melodía, incluso aunque no seáis aficionados a la música clásica y no entendáis nada de ella, porque como la propia autora confiesa en los agradecimientos finales, tampoco ella entiende demasiado de música clásica, pero eso no impide que pueda emocionarse cuando la escucha. Y no me cabe ninguna duda de esa emoción que dice experimentar porque algunos de los pasajes en los que se describe a algún personaje cuando interpreta una pieza, o a otros cuando la escuchan, están realmente cargados de esos sentimientos que la música puede generar, tanto es así que casi parece que el lector pudiera escuchar y experimentar lo que ellos están sintiendo.

Un libro que no dudo en recomendar, lleno de personajes inolvidables, con un retrato fantástico de la época, de esos años que pueden parecer lejanos por lo distinta que es la vida ahora, pero que realmente están muy cercanos en el tiempo. Pero la recomiendo especialmente porque es una novela llena de vida, de amor y, por encima de todo, llena de pasiones, todas las que os podáis imaginar, todas las que mueven el mundo.

Reto 25 españoles

Ficha técnica

Título: La sonata del silencio

Autora: Paloma Sánchez-Garnica

Editorial: Planeta

Nº de páginas: 896

ISBN: 9788408127055