7 de noviembre de 2012

La bibliotecaria de Auschwitz (Antonio G. Iturbe)


"Sobre el fango negro de Auschwitz que todo lo engulle, Fredy Hirsch ha levantado en secreto una escuela. En un lugar donde los libros están prohibidos, la joven Dita esconde bajo su vestido los frágiles volúmenes de la biblioteca pública más pequeña, recóndita y clandestina que haya existido nunca. En medio del horror, Dita nos da una maravillosa lección de coraje: no se rinde y nunca pierde las ganas de vivir ni de leer porque, incluso en ese terrible campo de exterminio, «abrir un libro es como subirte a un tren que te lleva de vacaciones». 
Una emocionante novela basada en hechos reales que rescata del olvido una de las más conmovedoras historias de heroísmo cultural."


Su autor, Antonio G. Iturbe, se dedica al periodismo cultural, actualmente como director de la revista Qué Leer. Ha publicado dos novelas, "Rectos torcidos" y "Días de sal", y es autor de la serie de libros infantiles, "Los casos del Inspector Cito".


No sé ni cómo empezar a hablaros de este libro. Me resulta fácil decir lo que no me gusta de un libro pero se me hace muy difícil expresar con palabras lo que me ha hecho sentir una lectura que he disfrutado, que he vivido de la forma en que lo he hecho con "La bibliotecaria de Auschwitz". Esta novela es, ante todo, una lección de vida que nos enseña cómo en medio del mayor horror hay siempre un lugar para la esperanza. Y es, cómo no, un homenaje a los libros, al poder y la magia que emanan de ellos.

La novela nos sumerge en el campo de concentración de Auschwitz, en un campo familiar en el que convivían familias y cientos de niños, caso extraño dentro de los campos de concentración ya que normalmente los niños, junto con todos aquellos que no servían para trabajar, iban directamente a la cámara de gas. Y dentro de este campo familiar el Barracón 31 con Fredy Hirsch, alemán de origen judío, a la cabeza de una escuela clandestina dotada de una pequeña biblioteca compuesta por tan sólo ocho libros.

Dita Alderova, judía checa de 14 años, será la encargada de esa pequeña biblioteca que contraviene todas las normas de Auschwitz porque allí los libros están prohibidos. Porque los libros abren puertas, hacen soñar, hacen olvidar a todos esos niños el horror que están viviendo. Durante el tiempo que disfrutan de ellos olvidan el hambre, la alambrada, el frío, el infierno...y abren una puerta a la esperanza. 
“Los nazis nos pueden despojar de nuestra casa, de los objetos, de la ropa y hasta del pelo, pero por muchas cosas que nos arrebaten, no pueden quitarnos la esperanza. Es nuestra. No podemos perderla .... La guerra no durará siempre, y hemos de prepararnos también para la paz. Los niños han de seguir estudiando porque se van a encontrar un país y un mundo en ruinas, y serán ellos y vosotros, los jóvenes, quienes tengáis que levantarlo"

Es muy destacable la impresionante labor de documentación que el autor ha llevado a cabo para escribir esta novela y que se palpa en su lectura a través de la descripción de la vida en Auschwitz y en la construcción de todos los personajes, tanto los inventados como los reales, de los cuales al final del libro sabremos qué les deparó la vida. La novela está basada en la vida real de Dita Kraus, la bibliotecaria del Barracón 31, que cada día arriesgaba su vida ocultando los libros bajo la ropa. Esa niña vivaz, valiente y tremendamente humana, que mimaba los libros como si fueran también niños, es hoy una octogenaria que vive en Israel y a la que el autor ha podido conocer y de quien nos dice en el epílogo que "es una mujer de una curiosidad, clarividencia, amabilidad y entereza que superan todo lo imaginable".

La historia está narrada en tercera persona y aunque es a través de la mirada de Dita como conoceremos la mayor parte de la historia, también el resto de personajes tiene mucho que aportar, no hay ni un sólo secundario que sobre o que resulte anodino, todos y cada uno de ellos aportan su granito de arena para construir esta maravillosa novela que no puede dejar de emocionarnos.

La forma de escribir de Antonio G. Iturbe es sencilla y a la vez llena de fuerza. Narra toda la dureza de un campo de concentración y no cae nunca en el tremendismo lo cual no siempre es fácil al tratar estos temas. Este es un aspecto que yo agradezco en mis lecturas ya que no me gustan los libros que van directos a arrancarme unas lágrimas. Me gustan los libros que, como "La bibliotecaria de Auschwitz", están escritos desde la conciencia pero con el corazón y que consiguen en mí tal nivel de integración en la lectura y tal nivel de emoción que sólo leer "una persona que te espera en alguna parte es esa cerilla que se enciende en un campo por la noche. Quizá no pueda iluminar toda la oscuridad, pero te muestra el camino para volver a casa" arranca de mí un torrente de lágrimas que ya no parará hasta cerrar el libro.

No es una novela como tantas otras sobre el nazismo y los campos de concentración: es un homenaje a la literatura, al poder de los libros y, sobre todo, es un homenaje a Dita Kraus, a Fredy Hirsch y a todos aquellos que se jugaron la vida por poner en marcha una pequeña escuela dentro del infierno y por dar esperanza a unos niños que no tenían nada más que perder. 

Leer esta novela me ha hecho sentir invadida por sentimientos encontrados: he pasado de la tristeza e indignación por lo sucedido en el Holocausto a la admiración por la valentía y el coraje de todas esas personas que no se rindieron y que lucharon y se jugaron la vida por ofrecer a los niños una infancia dentro del horror y por enseñar cómo los libros no sirven sólo para entretenernos sino para crecer como personas y abrir una puerta a la libertad. 

"Si el hombre no se emociona con la belleza, si no cierra los ojos y pone en marcha los mecanismos de la imaginación, si no es capaz de hacerse preguntas y vislumbrar los límites de su ignorancia, es hombre o es mujer, pero no es persona"




  

  

10 comentarios:

  1. como siempre me has convencido cuando acabe el de mi hermana vive sobre.....empiezo este un lujado que podamos leer tus reseñas.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Cris ! Yo estoy ahora con tu recomendación "La lluvia antes de caer" y me está gustando muchísimo !!!

      Eliminar
  2. Este me lo apunto, seguro que me va a gustar; leer sobre personas que en medio de ese horror, consiguieron ser precisamente eso, personas, siempre me resulta emocionante. Gracias por la reseña!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias a ti Angie por comentar. Cuéntanos cuando lo leas.

      Eliminar
  3. Por tu reseña, excelente como siempre, en cuanto acabe a Zafón voy a por él. Gracias como siempre, si bien serás culpable de que no tengamos más vida social. Je. ¡¡Vaya ritmo!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jajaja Alejandro !! No te conviertas en un ermitaño...seguro que encuentras tiempo para todo. Disfruta la lectura y cuéntanos cuando acabes.

      Eliminar
  4. manuela me ha encantado no lo siguiente hacia tiempo que lo tenia aparcado y no me llamaba demasiado pero gracias a tu reseña lo lei y he disfrutado mucho con este libro.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Como me alegro Cris, la verdad es que es una historia de las que dejan huella. Celebro mucho que lo hayas disfrutado tanto. Un abrazo.

      Eliminar
  5. Veo esta reseña y me dan tantas ganas de leerlo!!!! pero como me pasa tantas veces... me doy de frente contra una pared que me dice que no puedo conseguir e libro en Argentina!!!! Que bronca me dá!!!!!!!!!!!!!! Bueno, tendré que resignarme a esperar o ver como puedo conseguirlo...
    Gracias, algun día llegará a mis manos y lo leeré porque se que me va a gustar!!!!!! ¿Leíste La Ladrona de Libros? de Markus Zuzac? Un escritor australiano que escribe sobre un tema similar, los judíos, los nazis y el amor por los libros. Te dejo otra inquietud!!! Un beso!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Alicia ojalá puedas leerlo pronto !!! La ladrona de libros lo leí hace unos años y me encantó !!!!

      Eliminar

¡ Gracias por tu comentario !